La práctica de
ejercicio físico es indispensable si queremos tener un buen estado de salud.
En el caso de
las mujeres es más importante si cabe el adecuar la práctica deportiva a los
cambios y etapas que atraviesa el cuerpo femenino.
Las etapas en el sexo femenino vienen marcadas por los
distintos ciclos sexuales de la vida de una mujer–Etapa prepuberal-
puberal-fértil -postmenopáusica y
tercera edad. Además durante la etapa
fértil la maternidad condiciona en mayor o menor medida la práctica de
deporte en aquellas mujeres que deciden ser madres, por lo que nos encontramos
con muchas más variables a tener en cuenta a la hora de practicar deporte que
en el sexo masculino”.
Os quiero hablar de las etapas de la mujer dejando para otro capítulo diferente la maternidad.
Primera etapa
Adolescencia-hasta los 20/25
años
Nutrición y Alineación Postural
son dos de los puntos más importantes a considerar en esta etapa de
crecimiento.
Los objetivos nutricionales durante la adolescencia deben
ajustarse a los cambios en el crecimiento así como a las variaciones de composición
corporal que se producen durante esta etapa. En esta fase las necesidades de
calcio aumentan por el crecimiento muscular y óseo y también las necesidad de
hierro.
Segunda etapa:
De
los 25 a los 35 años
Es importante
buscar actividades vinculadas al ocio o actividades cuya práctica sea fácil y
asequible como por ejemplo caminar, correr, bailar o la práctica de actividades dirigidas en
gimnasio por ña falta de tiempo del que se dispone en esta etapa.
Tercera etapa:
De los 35 a los 45 años
A esta edad es
fundamental centrarnos en fortalecer la estructura de nuestro cuerpo porque es
cuando, a pesar de que a menudo no percibamos ningún síntoma, empiezan a darse los
primeros síntomas de atrofia muscular como consecuencia del paso del tiempo.
Cuarta Etapa:
De los 45 a los 55 años
Es la etapa de la
perimenopausia y del mismo modo que ocurría en la etapa adolecente, debemos
estar muy atentos a los niveles de calcio ya que el descenso de los niveles
hormonales hace que se pierda calcio.
En esta etapa, en
el reconocimiento médico deportivo deben considerarse especialmente los ritmos
de frecuencia cardíaca y tensión arterial así como los niveles de colesterol y
triglicéridos.
Quinta etapa:
Más de 60 años
Hacernos mayores
debe ser entendido como una etapa más del ciclo vital, en la que se producen
una serie de cambios físicos y mentales que se manifiestan externa e
internamente: notamos la vista cansada, se acentúan las arrugas, nos sentimos
con menos fuerza, tenemos mayor rigidez, etc. Sin embargo, en la vejez podemos
dedicarnos a aprender cosas nuevas, ya que disponemos de más tiempo para
nosotras mismas.
De nuevo, un
reconocimiento médico deportivo nos permitirá llevar a cabo una evaluación
cardiovascular para valorar el estado de salud del corazón. Asimismo deberá
prestarse especial atención al estado de los huesos (densitometría ósea) y
valorar si existe o no osteoporosis.
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