Siempre he considerado que el trabajo obtiene mejores resultados si se realiza en equipo, ya desde pequeña lo comprobé cuando jugaba a baloncesto con mis compañeras del colegio, las derrotas eran de todas y las victorias también, se encajaban mucho mejor.
Más tarde en la universidad descubrí que además del médico existen diversos participantes en el proceso de un paciente: auxiliar, enfermería, técnicos sanitarios que hacían que todo fuera más fácil para el aprendizaje de nuestra profesión.
La especialidad me abrió los ojos a un mundo que desconocía: el psicólogo, el fisioterapeuta, el preparador físico, el entrenador, TODOS eran imprescindibles para obtener la mejor marca del deportista.
Actualmente, y tras 11 años tras haber acabado la especialidad sigo pensando que el EQUIPO es el camino del éxito, profesional y personal. Estoy rodeada de grandes profesionales que me ayudan y a los que ayudo, y juntos valoramos al deportista paciente desde todos los puntos de vista.
Este trabajo se realiza en la sombra, nosotros somos los encargados de velar por su salud, por su excelencia en el terreno, estamos antes de que se produzca la lesión realizando un trabajo de prevención, en la lesión con el tratamiento y en la vuelta al juego con la readaptación.
No ganamos partidos, no ganamos medallas, pero tan sólo con la sonrisa que el deportista te ofrece al conseguirlo, sabemos que el esfuerzo, el sacrificio, las lágrimas...han valido la pena.